Me gusta el árbol de Yagües.
Esta imagen es una manipulación de la ilustración de Moisés Yagües para la portada del libro “Los sonidos de la tradición. Patrimonio sonoro del municipio de Murcia”. Aquí aparece como un negativo del dibujo original pero a mí me sirve para explicar por qué me gusta el árbol de Yagües.

Si miras este árbol, ¿qué ves?, ¿qué es lo que más te llama la atención?, ¿qué es lo más largo? ¿Le damos la vuelta a ver qué pasa? ¡Dios mío! ¿Y si las raíces son el pensamiento, las ideas?
Las raíces del árbol son largas, muy largas, se pierden en el dibujo, sobrepasan los límites del papel, no sabemos hasta dónde llegan. Algunas son gruesas, otras delgaditas, incluso se hacen discontinuas, como puntos suspensivos-.-.-.-.:::
Así es la tradición: se hunde en el túnel del tiempo, se pierde por sus recovecos y aflora a la superficie, unas veces con fuerza y consistencia, otras veces debilitada por el paso de las modas, las agresiones externas, la meteorología adversa.
Pero ahí está. Nos ancla a un tiempo y a un espacio como un árbol en un barranco. Pero no la vemos, no sabemos dónde está, ni de dónde viene, y nos preocupa a dónde va. ¿Puede ser que viva en la memoria? ¿Y dónde está la memoria? ¡En la cabeza, muy bien! De cabezas también sabe un rato Moisés Yagües. A mí me gusta decir que la memoria también vive en el corazón. ¡Ay! ¡Soy taaaan… romántica! Pero también en los sentidos: aquel olor a castañas que anuncia el otoño, la voz de los auroros rompiendo el alba, la piel del melocotón, la hierbabuena en la olla gitana y el azul intenso del cielo huertano (también soy carnal y materialista, que algo queda de marxismo).
El tronco del árbol es sólo el camino para llegar a las ramas y las hojas…. Pero, espera un momento, ¿son hojas? No. Son peces. Que no. Que son pájaros. ¡Ah, vale! Son hojas – pájaro o peces voladores, o pájaros nadadores….
Es algo que vuela libre, como la imaginación, como la creatividad.
Porque así es la tradición. Algo que aflora a la superficie por un camino que es la vida pero no se queda igual que está, sino que cambia, porque esa es la única esencia de la vida: el cambio. Cuando hablamos de tradiciones no puede ser un “hablar por hablar” sino que debe ser un esfuerzo por conocer más y a partir del conocimiento buscar la manera de que esas raíces discontinuas cobren fuerza y puedan seguir siendo hojas-pájaros que van al océano a nadar.
En las Jornadas Etnográficas “Los sonidos de la Tradición. Patrimonio Sonoro del Municipio de Murcia” hablamos de tradiciones, raíces y pájaros. Lo hacemos con todo aquel que quiere acercarse a conocer más y a compartir su conocimiento. Moisés Yagües nos lo pone muy fácil con su árbol, sus cabezas, sus voces y sus mil y un detalles que vamos descubriendo pueblo a pueblo. La próxima cita es en Patiño, en septiembre. No se la pierdan que merece la pena volar.

Aurora Lema es antropóloga y trabajadora social. Es nuestra (admirada) especilista en Proyectos de Patrimonio Cultural