Mi jefe me ha invitado a cenar a su casa ¿llevo algún regalo? , ¿Cómo siento a mis invitados a cenar en la mesa?, ¿Cómo voy vestido a la oficina?

Todos nos hemos hecho preguntas de este tipo y alguna vez no hemos sabido la respuesta. Lo cierto es que no vivimos solos y no deja de ser importante cómo nos presentamos en sociedad: qué imagen proyectamos de nosotros mismos y qué imagen nos gustaría proyectar. Hay pequeños detalles a los que casi no les prestamos atención pero que nos hacen la vida más fácil y agradable, y en los tiempos que corren si hay algo que necesitamos es ¡hacer las cosas menos complejas!

Cuando oímos hablar de protocolo siempre imaginamos reglas muy complejas que marcan cómo organizar los grandes actos, la colocación de las banderas, dónde deben sentarse las autoridades en los actos públicos, etc… Es  cierto que el protocolo se encarga de la organización de los actos públicos y de las empresas, pero también puede ayudarte a la hora de organizar un acto privado.

Con esta serie que comenzamos hoy, nuestra intención es dar respuesta a esas dudas que se nos plantean dentro del ámbito familiar, social o laboral. El protocolo social nos ayuda a decidir qué hacer en cada momento; es lo que nosotros nos  permitimos llamar “protocolo para todos los días” o cómo salir airoso en cualquier situación que se nos plantee.

Intentaremos desde esta sección hacerte la vida un poco más fácil 🙂

Maria Baños es Licenciada en Derecho y se dedica a la Organización de Congresos,  Eventos y Protocolo.Apasionada de la lectura y las relaciones sociales.