Es Hallow..digo el Dia de Todos los Sa…ya no sabemos qué fue primero, si el huevo o la gallina.

Debemos aceptar que Halloween ha venido para quedarse, que ya forma parte del ADN de estas fechas, que nuestros hijos lo celebran en sus colegios y que casi todos nos hemos disfrazado de algo más o menos terrorífico en los últimos tiempos. Estamos asumiendo esa cultura antes extraña como propia. Oímos a niños hacer el truco o trato como si en vez de en La Alberca hubieran nacido en Texas y a algunos les entra mala leche acordándose de los Estados Unidos y de las calabazas que ya reinan en las puertas de muchas casas (“Hasta que los americanos no celebren el bando aquí no se celebra Halloween”).  A todos ellos, tranquilos: el origen de Halloween (contracción de All Hallows’ Eve, ‘Víspera de Todos los Santos’) tiene origen  en una fiesta pagana celta llamada Sanhaim, donde se celebraba el fin de temporada de cosechas y va de la mano con la festividad cristiana.

Parece entonces que las dos festividades están más cerca de lo que parece. ¿Son excluyentes? Quisieramos pensar que no. No podemos evadirnos de Halloween y su bombardeo publicitario (todas las series de moda tiene su episodio conmemorativo de la fecha y todos los bares su fiesta), pero sí podemos seguir acordándonos de  las representaciones del Tenorio, de la gastronomía típica de la época (como los huesos de santo, los buñuelos de viento, los tostones de azucar, el arrope y calabazate…) y de otras tradiciones que para nuestros mayores (y no tan mayores) son tan importantes en estas fechas.

En CXC hemos trabajado en las dos vertientes: hemos realizado animaciones en Fiestas de Halloween para niños en Centros Culturales y hemos impartido conferencias sobre el patrimonio inmaterial relacionado con el Día de Todos los Santos por lo que nos quedamos con las dos.

¿Y tu, Tenorio o trato?